La faringitis, por lo general es de origen vírico y los niños y adolescentes son más vulnerables a contraerla. Frecuentemente aparece porque un catarro común se complicó.
¿Qué es Faringitis?
La faringitis es la irritación, inflamación o infección en la faringe, sobre todo, en su tejido linfoide.
Los ganglios del cuello también pueden verse afectados con un agrandamiento doloroso porque tienen tejido linfoide.
Extasíen diferentes tipos de faringitis, dependiendo de las casusas estos puedes ser:
- Faringitis aguda
- Faringitis crónica
- Faringitis vírica
- Faringitis estreptocócica
- Faringitis bacteriana
¿Cuáles son las causas de la Faringitis?
Se contrae por varias vías, por ejemplo mediante virus como: herpes simple, coxsackie, mononucleosis, sarampión, varicela, resfriado común, gripe, rinovirus, adenovirus.
También puede ser causada por bacterias como: neisseria gonorrea, haemophilus influenzae tipo B, micoplasma y chlamydea pneumoniae, etc.
Algunas enfermedades bacterianas también pueden causar laringitis, entre las más comunes se encuentran: tos ferina, faringitis estreptocócica, difteria (Corynebacterium diphtheriae), entre otras.
Como otros agentes causantes de la faringitis están: Infecciones por hongos y por parásitos, alergia, irritación por abuso de hábitos tóxicos y déficit de vitamina A.
El uso prolongado de antidepresivos y enfermedades como el hipotiroidismo, la menopausia, situaciones de atrofia mucosa crónica, irritación por contaminación ambiental y un reflejo gastroesofágico pueden ser otras de las causas.
Existen factores que provocan con mayor fuerza su aparición, por ejemplo: la época del año, la edad temprana y la aglomeración de personas (reuniones familiares, grupo escolar).
¿Cuáles son los síntomas de la Faringitis?
Los síntomas de la Faringitis dependen en cierta medida de la edad de los pacientes, siendo los niños los más vulnerables a padecer este tipo de infección en la garganta.
Ejemplo de lo anteriormente expuesto es que los bebés manifiestan sólo una fiebre baja y una secreción nasal espesa o con sangre.
En niños de 1 a 3 años, además de presentar los mismos síntomas que los bebés, incluyen pérdida del apetito, ganglios inflamados en el cuello, dolor de estómago, irritabilidad y dolor de garganta.
Los niños que superan los 3 años de edad tienen síntomas más fuertes, o sea, el dolor de garganta se intensifica, la fiebre supera los 38.90 C (1020 F), las amígdalas tienen pus y hay ganglios inflamados en el cuello.
No obstante, los síntomas de la faringitis dependen en gran medida de su origen.
Si es de origen vírico o viral, se vivencia mucosidad o congestión nasal, dolor de garganta, tos, dolor de cabeza, voz ronca, fiebre, dolores musculares.
Si el origen es bacteriano aparecen: fiebre alta que llega a provocar escalofríos, dolores musculares o articulares, dificultad para tragar, amigdalitis, inflamación de los ganglios en el cuello, placas de pus blanca, dolor y enrojecimiento de la garganta.
En algunos casos surgen complicaciones como erupciones cutáneas, sinusitis, infección del oído y absceso periamigdalino.
Es importante llamar al proveedor de salud o ir a urgencias médicas si el dolor de garganta persiste por más de 3 días, la fiebre aumenta y si se intensifican las dificultades para tragar y respirar.
¿Cuál es la duración de la Faringitis?
La duración de la faringitis va a depender de su agente causante, es decir, si es una infección viral o bacteriana.
En el primer caso suele aliviarse sin un tratamiento específico al cabo de los 4 o 5 días.
No es frecuente que ocurran complicaciones, a no ser, sinusitis o bronquitis asociadas al propio resfriado.
En el segundo caso, la duración depende de cómo el paciente evolucione bajo el tratamiento con antibióticos.
Por lo general, la Faringitis desaparece a los 10 días de haber empezado el tratamiento.
Si sucede que los síntomas persisten, aumentan o se intensifican entonces puede que la faringitis no se cure hasta realizar una cirugía de amígdalas.
Tratamiento de la Faringitis
El diagnóstico de la faringitis lo realiza preferentemente el otorrinolaringólogo, teniendo en cuenta los siguientes procedimientos:
Lo primero es observar las zonas afectadas, dígase la garganta, las fosas nasales y los oídos con el uso de un instrumento luminoso.
Luego se palpa el cuello para detectar si existe o no inflamación en los ganglios linfáticos y con el uso de un estetoscopio se explora la respiración del paciente.
Después se realiza una muestra faríngea que es llevada al laboratorio para identificar la causa de la faringitis.
Con este examen, lo que se busca fundamentalmente es si la causa es estreptocócica, clamidia o gonorrea.
La muestra faríngea consiste en frotar la parte posterior de la garganta del paciente con un hisopo esterilizado.
En ocasiones esta prueba se reitera para estar bien seguros del diagnóstico y su tratamiento correspondiente.
Si el resultado arrojó que el estreptococo está alojado en la garganta y ocasionando las molestias, entonces el médico recetará antibióticos, que por lo general es la penicilina.
El tratamiento con antibióticos se indica por un margen de 10 días y debe ser cumplido estrictamente porque de lo contrario podrían aparecer complicaciones como fiebre reumática, problemas en los riñones o la expansión de la infección a las zonas más cercanas.
Si el origen de la faringitis es vírico, el tratamiento se dedica a combatir los síntomas con antiinflamatorios (ej. ibuprofeno o Acetaminofén), antitérmicos, analgésicos (ej. paracetamol), tabletas para la garganta y/o remedios caseros.
Si el origen de la faringitis son agentes irritantes, el tratamiento será alejarse de ellos y medicarse para combatir los síntomas de la misma manera que la faringitis de naturaleza viral.
¿Cómo prevenir la Faringitis?
A continuación, se muestran una serie de consejos para prevenir esta enfermedad:
- Tener el hábito de lavarse las manos antes y después de comer, luego de ir al baño o haber tosido o estornudado.
- Llevar siempre un desinfectante a base de alcohol para las manos cuando se sale de la casa.
- Evitar la cercanía con personas que están padeciendo de faringitis.
- Evitar espacios contaminados.
- Evitar exponerse por mucho tiempo a espacios con aire acondicionado o calefacción.
- No fumar.
- Abrigarse bien en época invernal, sobre todo, con bufandas.
- Si ya es notable el dolor de garganta, entonces se recomienda:
- Beber mucho líquido, sobre todo, agua (mínimo 2 litros diarios). Otras opciones son un té con limón caliente o un helado.
- Hacer gárgaras de agua salada tibia varias veces al día.
- Acercarse a la farmacia y comprar pastillas para la garganta.
- Vaporizar el aire con un humificador.
- No automedicarse.