Los valores materiales son uno de los más priorizados por el hombre; ya que éste, a diferencia del resto de los animales, necesita de ciertas condiciones básicas e imprescindibles para vivir de forma digna, cómoda y placentera.
Estas condiciones han evolucionado a lo largo de nuestra historia y en gran medida se deben al desarrollo vertiginoso de la ciencia y la técnica.
Sin embargo, estas también se relacionan con el lugar donde se vive y la cultura y tradición de dicho lugar.
A estas condiciones, que en su mayoría son objetos concretos y palpables, se les otorga cierto valor, que en el seno familiar es donde se aprende a apreciarlas y que se denominan valores materiales.
Los valores materiales se constituyen por el conjunto de bienes que satisfacen las necesidades básicas del hombre.
Son precisamente estos valores los que les permiten sobrevivir, mantenerse, subsistir y tener una vida más cómoda y confortable.
Los valores materiales tienen como objetivo satisfacer necesidades del hombre, así las necesidades de alimentación se cubren con los alimentos; las de salud, con medicamentos; la de protección del cuerpo, con la vestimenta; las de ocio, con dinero, entre otros ejemplos.
Los valores materiales permiten el resguardo y la protección contra la intemperie, mantenerse saludables, expresar sus ideas, propiciar niveles de comodidad, facilitan la realización de actividades diarias, usualmente tediosas, y aportan posición social.
Un objeto adquiere valor material para un individuo basado en tres factores fundamentales: el sentimental, el económico y el de utilidad.
El factor sentimental está relacionado con la carga emocional que se le otorgue al objeto, la cual puede depender de su significado e importancia por sí mismo, o bajo qué circunstancias fue obtenido, o quien nos lo fue conferido; en fin, de su origen y el significado que le confiramos.
El factor económico está íntimamente relacionado con el valor económico del objeto, y se va deber a la cantidad de dinero invertido en él y a cuánto renunciamos para obtenerlo.
El factor utilidad se refiere al provecho que se va a obtener de su uso, a la razón por la cual fue adquirido y al beneficio que aporte a nuestras vidas diarias.
Debido a estos factores es que los valores materiales varían de persona a persona. Aunque algunos sí poseen un valor universalmente reconocido, otros dependen de la individualidad.
En el mundo de hoy, muy monetizado y que la vida del hombre gira alrededor del dinero (cómo obtenerlo y en qué gastarlo), se ha visto un fenómeno cada vez más común en el que se les da valor material a objetos que no precisamente son para satisfacer necesidades básicas, sino lujos.
Entonces, cuando se comienza el culto hacia lo material se entra en conflicto con los valores espirituales, también necesarios para el hombre, y en cierto modo, contrarios uno con otro.
Los valores materiales se caracterizan por ser tangibles, ya que son objetos concretos que pueden ser percibidos por el tacto.
Proporcionan estatus social en tanto la sociedad de consumo en que vivimos, suele valorar a las personas por las cosas que posee y el precio que tienen.
Son necesarios, al cubrir las necesidades básicas del hombre, son necesarios para poder vivir.
Dependen de la sociedad y la cultura, ya que dependiendo de la entidad sociocultural en que un individuo se desarrolle, esta tendrá un grupo de valores materiales establecidos y universales para los integrantes de la misma.
Pueden cambiar con el tiempo. Por el propio desarrollo científico y tecnológico, las condiciones en las sociedades varían y así los objetos a los que se les confiere valor material.
Pueden ser prescindibles porque existen objetos a los que se le otorga cierto valor durante un período determinado pero que luego puede cambiar.
Modifican conductas. La posesión de ciertos objetos puede provocar cambios en la conducta de la persona, los que pueden ser positivos o negativos dependiendo de cómo se comporte luego de haberlos obtenido.
Representan sentimientos y creencias. hay objetos que proporcionan cierta idea de seguridad y protección, en muchas ocasiones, relacionados con creencias religiosas.
Son útiles en tanto estos objetos pueden ayudar a realizar ciertas funciones facilitando el proceso y ahorrando tiempo y esfuerzo.
Pueden ser peligrosos puesto que pueden modificar la conducta hacia acciones potencialmente negativas, podrían alejar al individuo del camino de los valores morales y éticos y realizar acciones alejadas de lo correcto.
Tienen caducidad ya que muchos de estos objetos tienen una fecha en la que pierden su función, utilidad y valor siendo necesario su sustitución por uno nuevo o más moderno.
Cómo ejemplos de valores materiales podemos citar:
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