Quizás aún sin saberlo, sean muchos los textos científicos a los que nos enfrentamos a diario en la vida cotidiana.
Unos de forma más intencional y otros quizás por azar, pero lo cierto es que este tipo de textos es muy común y aparece usualmente en las revistas y libros que constantemente llegan a nuestras manos.
Es posible también que algunos hayamos formado parte de la elaboración de un texto científico en algún momento de nuestra vida.
Para entender mejor sobre estos textos, y poder responder cualquiera de estas interrogantes, comencemos por comprender qué son los textos científicos.
¿Qué es el texto científico?
El texto científico es aquel en el que el autor aborda teorías, conceptos, definiciones o cualquier otro aspecto pero describiendo siempre sus fundamentos desde los estudios y la ciencia.
La información que en ellos se manifiesta, es generalmente obtenida mediante el empleo de diferentes métodos científicos.
Su objetivo fundamental es exponer a un público específico, los resultados obtenidos en un proceso de investigación ya concluido.
Características de los textos científicos
Los textos científicos se caracterizan por el empleo de un lenguaje técnico muy específico del área de la ciencia de la que tratan.
Se forman mediante los resultados que se obtienen de un trabajo realizado de forma metódica, ordenada y coherente.
Generalmente, surgen a partir de una hipótesis que finalmente puede ser confirmada o refutada según los resultados obtenidos.
Se caracterizan además por exponer criterios confiables, válidos y verificables.
Son textos considerados contextualizados, ya que tanto su creación como su aceptación, van a estar reducidas a una comunidad científica.
Se caracterizan por la objetividad en tanto se basan en resultados medibles y demostrables donde queda relegada a un segundo plano cualquier información o interpretación subjetiva de los mismos.
A pesar de poseer un vocabulario técnico muy específico de un área determinada, deben al mismo tiempo lograr claridad y precisión en sus argumentos, eliminando toda posibilidad de vaguedades y/o ambigüedades que dificulten o entorpezcan la interpretación de sus resultados.
El texto se elabora atendiendo a criterios de organización y estructuras preestablecidos por la comunidad científica.
Estructura de un texto científico
Como bien explicábamos en una de las características del texto científico, la estructura y organización de los mismos está determinada por algunos criterios o requisitos previamente establecidos.
A continuación se exponen algunos elementos estructurales y organizativos de los textos científicos y una aproximación lo más cercana posible a la forma en que deben ser presentados:
Título: En él se expresa el tema de lo que tratará el artículo en cuestión. Debe ser concreto, claro y no tener más de 20 palabras.
Autores: Son precisamente todos aquellos que han formado parte de la creación del texto y quienes aseguran haber participado en la obtención de los resultados que en el mismo se presentan.
Resumen: Es una síntesis de todo el texto. En él de expresa de manera concreta y muy precisa de que trata el texto, que elementos metodológicos se emplearon y cuáles son los principales resultados obtenidos.
Algunas exigencias de revistas científicas aseguran que el resumen debe contener entre 200 y 300 palabras.
No obstante, este requisito puede variar en dependencia de las normas de publicación establecidas por un comité académico en particular.
Introducción: Como su nombre indica es la parte encargada de introducir y encuadrar en el tema a los lectores. Se vale de elementos como la importancia y la significación del tema, la representación del mismo según cifras estadísticas de actualidad, la explicación y delimitación del problema científico en cuestión, etc.
Métodos y Materiales: Es la explicación y la fundamentación metodológica del estudio donde deben quedar claramente definidos y explicados los métodos que fueron empleados para obtener los resultados y arribar a las conclusiones.
Recolección de datos: Es la descripción del proceso de obtención de los datos. Es este acápite debe ser descrito todo el procedimiento empleado en el estudio y las posibles técnicas de recolección de información que fueron puestas en práctica.
Resultados: Se deben presentar de forma organizada los resultados obtenidos en cada una de las técnicas de recolección de información empleadas.
Discusión: Es donde los resultados son interpretados y contrastados con estudios previos sobre el tema. Es también común ver aparecer esta parte del texto integrada con los mismos resultados.
Conclusión: Es la que responde de forma precisa y concreta a las interrogantes que dieron lugar y origen a la investigación. En ella se resumen los aspectos más significativos de todo el texto. Es el principal aporte del texto.
Bibliografía: En esta parte se listan con detalle todos los textos científicos que fueron empleados para la elaboración de la investigación. Este acápite también posee sus propias normas y exigencias organizativas.
Ejemplos de textos científicos
Entre los ejemplos de textos científicos se pueden citar los siguientes:
Artículo Científico: Son los que aparecen publicados en revistas científicas. Se caracterizan por presentar resultados en una extensión limitada. Generalmente se acompañan de tablas, imágenes y gráficas que le permiten al lector una comprensión de los resultados.
Monografías: Se caracterizan por ser de mayor extensión y para un público más específico. Son enriquecidas con varios capítulos explicativos y su finalidad es mayormente académica.
Tesis: Son aquellos textos elaborados por uno o varios autores donde se expone de manera específica y detallada todo el transcurso de la investigación científica hasta la obtención e interpretación de resultados.
Es un tipo de texto muy empleado para que estudiantes de diversas modalidades y niveles de enseñanza logren la obtención de una titulación o graduación especifica.
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