El respeto a los niños es un tema de gran importancia y necesidad en los tiempos actuales.
Los niños son seres especiales cuyo tratamiento garantiza la formación personal con que se preparan para enfrentar la vida, relacionarse con quienes le rodean y asumir conductas adecuadas en correspondencia a situaciones determinadas.
El respeto a los niños incluye el reconocimiento a sus derechos, la responsabilidad de velar por ellos y garantizar las condiciones necesarias para su crecimiento sano, buen estado emocional, y una educación en base a sus necesidades.
Se manifiesta en la calidad del trato que reciben y las atenciones para no invadir sin autorización sus espacios.
Se refleja además en la relación que se establece con ellos, atendiendo todo lo que pueda poner en riesgo su integridad física, represente afecciones psicológicas o perturbe su crecimiento.
También incluye tener en cuenta sus opiniones para la toma de decisiones que incidan sobre ellos directa o indirectamente, no subestimar sus capacidades ni negarle las posibilidades explotarlas.
El respeto a los niños se fundamenta en algo más que los aspectos esenciales de convivencia, por tratarse de un sector de la sociedad con riesgo de vulnerabilidad debido al hecho de que en varios países es empleado en actividades ilegales, como el trabajo forzoso.
A nivel internacional uno de los documentos que apuesta por ese respeto se trata de la Convención de los Derechos del Niño la cual establece disposiciones por la protección y asistencia de estos.
Entre las características del respeto a los niños se puede decir que este se expresa a través del trato hacia ellos.
Es una condición indispensable para asegurar su crecimiento sano y la adecuada formación de su personalidad.
Configura la manera de relacionarnos con ellos e influye en la forma en que estos se proyectan hacia la sociedad.
Incide en la formación de valores en los infantes, por lo que favorece la labor educativa con ellos.
De ahí, que se convierte en una condición básica para poderle exigir respeto hacia los demás.
Determina la capacidad que puedan desarrollar para establecer relaciones humanas.
De forma general el respeto a los niños los hace sentir valorados. El reconocimiento por parte de la sociedad de sus derechos, influye en que a medida que estos crezcan puedan retribuir eso a las generaciones de edades inferiores, incluyendo a sus hijos.
También es una manera de contribuir a proteger las relaciones humanas, así como definir y limitar las conductas que pudieran deteriorarlas.
Pero sobre todo ayuda a garantizar el crecimiento de los infantes en un ambiente de armonía y confianza para su formación y desarrollo.
Algunos ejemplos de respeto a los niños son:
Cuando un niño derrama un vaso de leche sobre el piso y la madre acude a ayudarlo a limpiar, le recomienda tener más cuidado sin reclamarle de forma agresiva.
Cuando se consulta con ellos la posibilidad de mudarse de un barrio o cambiarlo de colegio.
El padre que se preocupa por saber cómo avanza su hijo en el colegio.
La madre que abandona por unos minutos su trabajo en la casa para atender las dudas de su hijo ante una tarea de la escuela.
El padre que permite al niño aprovechar los horarios adecuados para el juego y la sana distracción.
De manera general,el respeto a los niños se manifiesta de la siguiente manera:
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