El pensamiento ilustrado forma parte indeleble de la historia de la humanidad y ha marcado un hito en la historia del pensamiento humano.
Está relacionado con el avance y el esparcimiento de las nuevas ideas y los nuevos descubrimientos de la ciencia.
Debido a sus propuestas en cuanto a la forma de pensar, al periodo de su surgimiento se le terminó por llamar “El siglo de las Luces”.
Se le denomina pensamiento ilustrado al conjunto de ideas y razonamientos que surgieron durante el periodo histórico llamado “La ilustración”.
La ilustración fue un movimiento general que se manifestó en varios países de occidente y abarcó sectores como la cultura, la política, la economía, etc.
Propuso de manera general la propagación de la enseñanza y el conocimiento científico mediante la observación.
Es un movimiento que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, ya que a partir de él se popularizó el empleo de la razón y la experiencia para hacer frente a toda clase de prejuicio, tabú y superstición en la explicación de la naturaleza humana.
El origen del pensamiento ilustrado se desplegó en el siglo XVIII y se atribuye a Gran Bretaña, aunque su mayor apogeo y repercusión se registra posteriormente en Francia.
En la mitad de este siglo, la población europea aún carecía de avanzados estudios y conocimientos.
Sin embargo, algunos pensadores importantes comenzaron a divulgar el papel que juega la razón en la obtención del conocimiento y revolucionaron con sus escritos nuevas ideas de avanzada que colocaron al hombre en una posición superior y capaz de rechazar los dogmas y prejuicios establecidos hasta la época.
El pensamiento ilustrado posee singularidades y características muy específicas que han logrado convertirlo en un momento importante y sin precedentes en la historia de la humanidad.
Gracias a él se reverdeció la cultura y se divulgaron los nuevos conocimientos en el campo de las ciencias.
El hombre, comenzó a interpretar el mundo que lo rodeaba mediante la razón y rechazó las viejas ideas basadas en la superstición y las doctrinas del Antiguo Régimen.
Se comenzó a pensar en el hombre como un ser “iluminado” que era capaz de encargarse y descubrir nuevas formas para la obtención del saber.
Se caracterizó por el empleo del racionalismo, es decir, el uso de la razón en la búsqueda y obtención del conocimiento.
Es considerado un pensamiento optimista que cree en la bondad innata del ser humano y en su papel en la búsqueda de la felicidad.
Los principales ejemplos del pensamiento ilustrado son las obras de los autores y representantes fundamentales del movimiento.
En este sentido resulta válido destacar a Rousseau y Voltaire en Francia y algunas de sus obras como “L´Emilie” y el “Tratado sobre la Tolerancia” respectivamente.
Otro ejemplo lo constituye René Descartes, con sus postulados sobre
“la duda metódica para admitir y aceptar solo las verdades evidentes”.
René Descartes
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