El liderazgo formal puede ser considerado el estilo de liderazgo más común que existe y desde el cual se pueden asumir diversas variantes y modelos.
Resulta que el líder formal, una vez que ha sido designado como tal, puede ejercer influencia sobre el grupo y desempeñar su papel empleando cualquier estilo de liderazgo definido.
¿Qué es el liderazgo formal?
El liderazgo formal es el proceso mediante el cual una persona ejerce influencia sobre un grupo y se hace responsable del mismo porque ha sido previamente designado para ello.
Implica necesariamente una elección o nombramiento oficial que le otorga determinado poder y lo posiciona en un rol jerárquico frente al resto.
Por lo general, su designación debe estar basada en la presencia de habilidades para el ejercicio de la autoridad y el establecimiento del poder. Sin embargo, no siempre ocurre de esta manera.
Características del liderazgo formal
Entre las características del liderazgo formal podemos asegurar que se trata de un estilo de liderazgo en el que la autoridad del líder sobre el resto del grupo ha sido establecida de forma externa y oficial.
Por lo general, este estilo se hace presente en contextos oficiales y estructurados como en las empresas, escuelas, asociaciones, etc.
Al ocupar una posición jerárquica frente al resto del grupo, esto le otorga la capacidad y autoridad para castigar y/o recompensar a los subordinados.
La elección y nombramiento del líder formal requiere la aprobación de terceras personas.
Este tiene la potestad para tomar decisiones y asumir ciertos cambios aunque el resto del grupo no esté de acuerdo.
No obstante, entre sus funciones también debe preocuparse por los intereses de sus trabajadores y que estos sean tenidos en cuenta.
Ventajas del liderazgo formal
Una de las ventajas que ofrece el liderazgo formal es que logra un mayor control sobre los subordinados ya que ha sido elegido atendiendo a sus conocimientos y no por simpatía o amistad.
Además, no se requieren características específicas de personalidad para ocupar el puesto.
El líder puede elegir entre diversos modelos y estilos de liderazgo.
Se enfocan más en la organización que en el grupo, por lo que generalmente tienen mayor facilidad y rendimiento para alcanzar los objetivos de la organización.
Desventajas del liderazgo formal
A pesar de las ventajas descritas del liderazgo formal, existen también algunas desventajas de este estilo de liderazgo.
En primer lugar, puede generar desmotivación y poco sentido de pertenencia hacia la organización y sus objetivos en los trabajadores si el líder no lo hace de la forma más adecuada.
Se presta para la puesta en práctica de estilos de liderazgo poco asertivos y motivadores como el autoritario o el permisivo.
Establece ciertos límites no físicos entre los líderes y los subordinados, lo cual puede traer consigo dificultades en la comunicación organizacional.
No siempre se tienen en cuenta sus características y habilidades para dirigir cuando es electo, por lo que en ocasiones, el grupo no se inspira con el líder y no lo sigue de forma voluntaria.
Ejemplos de liderazgo formal
Algunos ejemplos de liderazgo formal pueden ser:
- La directora de la escuela
- El gerente de una compañía
- El presidente de un país
- El capitán del equipo deportivo