diciembre 4, 2023
El estudio de los ecosistemas se ha convertido en los últimos tiempos en una necesidad cada vez más creciente.
Cada ser vivo o no vivo que nos rodea, forma parte de un todo que se desarrolla según las condiciones bajo las cuales se ha creado.
En nuestro planeta existe una gran diversidad de contextos y ambientes. Todos ellos, de forma particular cuentan con una singular belleza que distingue unos de otros.
Por tal razón, muchas personas se sienten motivadas por conocer los diferentes entornos que habitan en nuestro amplio mundo.
En su mayoria, estos hábitats son identificados como ecosistemas. Sobre este interesante tema abundamos a continuación.
El término ecosistema se atribuye a los botánicos Sir Arthur George Tansley (1871-1955) y Clapham (1904-1990).
La definición de los ecosistemas como categoría ha ido experimentado cambios, hasta que, en 1935, Sir Arthur George aportara el concepto que se maneja en la actualidad.
El Ecosistema se define como el grupo de especies u organismos vivos (biocenosis) que constituyen una comunidad o conjunto cohabitacional.
Se mantienen en intercambio constante con el medio físico o ambiente abiótico (biotopo) que le rodea.
Existen diferentes tipos de ecosistemas. Estos se clasifican de la siguiente manera:
1. Ecosistema terrestre. Según el tipo de suelo y las condiciones climáticas se pueden denotar varios subtipos:
– El Ecosistema desértico.
– El Ecosistema forestal
2. Ecosistema acuático. Entre estos se pueden distinguir dos subtipos de ecosistemas acuáticos:
– Ecosistemas de agua salada.
– Ecosistemas de agua dulce.
3- Ecosistemas mixtos
Los ecosistemas poseen una gran diversidad debido a que pueden presentar características bióticas y abióticas diferentes según la ubicación geográfica donde se desarrollan.
De esto se derivan muchas particularidades asociadas a la manera en que cohabitan las especies de flora y fauna.
Las características y formas de vida de las especies son particulares para cada una. También estarán condicionadas por las condiciones abióticas.
Cada especie tiene sus actividades propias, pero al encontrarse en comunidad con otras se generan diversos tipos de relación para sobrevivir, adaptarse y cohabitar.
Por ello, el ecosistema se convierte en una unidad compleja donde especies y hábitat forman un sistema funcional que se auto sostiene y evoluciona.
Por tanto, la diversidad de un ecosistema se expresa tanto por la cantidad de especies que pueden habitarlo, como las propias diferencias de cada organismo, así como el hábitat donde estas se desarrollan, ya sean acuáticos, terrestres o mixtos.
Las características de los ecosistemas son las siguientes:
– Entre las especies que forman el ecosistema existen varios procesos, tales como: de simbiosis, competencia, depredación y parasitismo.
– Existe una conexión entre las especies con el medio abiótico.
– De las conexiones que se dan entre las especies y ambientes del ecosistema se generan flujos de energía y de materia.
– La energía y materia que lo forman no se destruye ni se crea sino que se conserva.
– El ecosistema posee niveles de estabilidad, dinámica, equilibrio y perturbación. De esto depende su capacidad de resistencia y resiliencia a los cambios o contingencias del medio.
– Cada organismo que habita el ecosistema tiene una función, y cada especie forma un eslabón de una cadena trófica (cadena alimenticia).
– El primer eslabón trófico del ecosistema está integrado por los productores primarios. Estos organismos autótrofos (algas, plantas) producen materia orgánica a partir de compuestos inorgánicos.
– El segundo eslabón trófico son los organismos consumidores o heterótrofos. Son las especies de omnívoros, herbívoros y carnívoros. Se nutren de la energía y materia que producen otros organismos.
– El último eslabón trófico lo ocupan los organismos descomponedores (hongos y bacterias). Estos se alimentan de toda materia orgánica en proceso de desintegración.
– Toda vez que muere algún ser vivo, a partir de su proceso de desintegración, este se trasforma en parte del ciclo de energía existente en el ecosistema y aporta nutrientes al mismo.
– Los organismos que integran el ecosistema son capaces de alcanzar adaptaciones y características beneficiosas producto al proceso de selección natural.
Algunos ejemplos de ecosistemas terrestres son los siguientes:
Ejemplos de Ecosistemas acuáticos son:
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