El conocimiento Religioso está presente en la vida del ser humano desde que surgieron las primeras civilizaciones.
Conozcamos hoy todo acerca de este tipo de conocimiento tan antiguo y empleado en la especie humana.
El conocimiento religioso ha sido llamado también Conocimiento Teológico. La Teología ha sido definida como La Ciencia que se encarga del estudio y el conocimiento de Dios y lo Divino.
Por ello se puede asumir que esta modalidad del conocimiento se define como el conjunto de saberes y doctrinas que se constituyen como Dogmas de Fe y tipifican o caracterizan las diferentes religiones.
Mediante este conocimiento se ofrecen las explicaciones a los objetos y fenómenos de la realidad, subordinándolos a un ser Superior y se establece desde la concepción Dios-Creador/ Hombre- Creatura.
No requiere fundamentos teóricos ni científicos, ni debe ser demostrado o verificado. No obstante, resulta válido aclarar que, contrariamente a lo que comúnmente se cree, el conocimiento religioso no implica necesariamente una vivencia de Fe.
Se trata más bien de poseer este tipo de información referente a Dios o las Deidades, independientemente de practicarla o no.
Es decir, se puede tener mucha información sobre las religiones, los dogmas de la Fe, las Sagradas Escrituras y todo cuanto implica una creencia sin ser partícipe de ella.
Por el contrario, ser practicante de una religión implica más que conocer sobre ella, exige además una entrega total y consciente que solo se puede llevar a cabo mediante un acto de Fe.
El conocimiento religioso es tan antiguo como la propia especie humana. Se afirma que surgió en la antigüedad y estuvo presente desde las primeras civilizaciones.
Su aparición fue el resultado a la necesidad constante que manifiesta el hombre de obtener conocimiento sobre todas las cosas y de ofrecer una explicación para todos los fenómenos de la naturaleza.
De este modo el hombre comenzó a crear Deidades y Dioses que explicaban de alguna manera aquello que la naturaleza humana aun no podía comprender.
Es por ello que habitualmente se relaciona su origen directamente con el Conocimiento Mítico.
No obstante, el término fue pronunciado por primera vez en las palabras de Platón aproximadamente en el siglo IV A. C.
A pesar de su evolución y de las diferencias que ha ido adquiriendo, este conocimiento se mantiene vigente hasta en nuestros días.
Formando parte de las características que imprimen singularidad a esta modalidad del conocimiento podemos mencionar:
Se considera un conocimiento de origen causal, en tanto las explicaciones que ofrece descartan todo tipo de eventualidad y casualidad.
Según el conocimiento religioso todo ocurre según la voluntad de un ser superior que es todopoderoso, omnisapiente y omnipresente.
Se considera tradicional, en tanto se sustenta y se basa en la Tradición de la Iglesia, institución que la cual ha sido iluminada para establecer Doctrinas y Verdades.
Es un conocimiento eminentemente práctico, ya que generalmente implica la conducta y la acción. Este conocimiento debe ser transformador del hombre.
A continuación se citan algunos ejemplos que muestran cómo se evidencia el conocimiento religioso:
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