El texto argumentativo, al igual que otras modalidades de textos, forma parte de nuestra vida diaria y nuestros discursos habituales más de lo que podemos imaginar.
Aunque la mayoría de las veces no seamos conscientes de ello, son ilimitadas las ocasiones en las que procuramos defender una idea y la embestimos con nuestros juicios, razonamientos y opiniones lógicas.
Pues de eso precisamente se trata el texto argumentativo. No obstante, si queremos profundizar un poco más en el tema, debemos partir de una cuestión indispensable:
¿Qué es un texto argumentativo?
El texto argumentativo es aquel que tiene como finalidad ofrecer justificaciones, recursos y argumentos para persuadir y convencer al lector o interlocutor sobre una determinada opinión.
En ellos se expresan ideas propias que parten de juicios y razonamientos lógicos del autor con relación al tema en cuestión.
De ahí, que se sustentan en los conocimientos y fundamentos confiables y racionales sobre el tema que pueda poseer el autor.
De este modo, los textos argumentativos son los encargados de ofrecer con claridad, fidelidad y coherencia, un conjunto de argumentos objetivos y sostenidos, que se defienden en el transcurso del texto por el autor.
Características del texto argumentativo
Entre las características que definen y representan a el texto argumentativo se destaca la objetividad. Esto se debe en gran medida a la necesidad de defender opiniones basándonos en criterios objetivos que puedan ser claramente entendidos y aprobados por el lector u oyente.
Otras de las características necesarias son la claridad y la coherencia, ya que, las ideas del texto deben no solo ser claras y fácilmente comprensibles, sino también estar ordenada de manera lógica que permita la comprensión general del texto y de la idea que se pretende defender.
Es muy común que en los textos argumentativos se empleen recursos que incitan a la reflexión como citas de autores, preguntas sobre el tema, datos estadísticos, etc.
Generalmente se combina con la exposición, ya que la propia necesidad de argumentar y demostrar una idea, trae consigo necesariamente la exhibición de argumentos que pueden ser científicos, religiosos, filosóficos, psicológicos, etc.
Estructura del texto argumentativo
Al igual que otros tipos de texto, los textos argumentativos respetan una estructura que de cierto modo organiza su distribución interna.
En este sentido se puede decir que comienzan con la introducción. Como su propio nombre lo indica, esta parte es la encargada de introducir y encuadrar el tema sobre lo que tratará el texto.
En la introducción se ofrecen los conocimientos previos necesarios para la comprensión del resto del texto; así como la preparación del oyente o lector en todo lo que necesita dominar previamente sobre el tema.
Posteriormente la introducción da lugar al desarrollo. Esta es la parte en la que se defiende y desarrolla todo el argumento del texto. De ahí que sea la más general, extensa y abarcadora del texto.
Finalmente aparece la conclusión, esa parte final donde se termina por concretar y explicitar la idea central del texto.
En la conclusión, el autor debe procurar definir del modo más claro y entendible posible todo el contenido del texto, partiendo además de un cierre a las posibles dudas o interrogantes que hayan podido surgir durante la lectura del mismo.
Tipos de textos argumentativos
Existen varias modalidades y tipos de textos argumentativos. A continuación se exponen algunos de los más conocidos y empleados:
Textos argumentativos por razonamientos lógicos: Consiste en ofrecer argumentos y justificaciones sobre un tema, basándose en las reglas de la lógica.
Texto argumentativo por analogías: Se refiere al establecimiento de características hacia un objeto, basándose en las características de otro objeto análogo al primero. Ej. Ana y Pedro son hermanos gemelos idénticos. Pedro tiene los ojos claros y saltones. Tesis: Ana tiene los ojos claros y saltones.
Textos argumentativos por generalización: Se llevan a cabo a partir de varias ideas que se reiteran en casos equivalentes, y luego pueden ser generalizadas y extendidas a otros casos del mismo tipo. Ej. Ana, Pedro, María, José y Juan, son cubanos y bailan de manera excelente y divertida la salsa. Tesis: los cubanos bailan una excelente y divertida salsa.
Texto argumentativo por signos: se basa en la atención a diversas señales, que pueden indicar y/o demostrar un fenómeno determinado. Ej. María lleva tiempo que no quiere comer ni salir de la habitación, llora con frecuencia y se niega a recibir visitas. Tesis: María está muy triste.
Texto argumentativo atendiendo a las causas: La tesis o el argumento del texto se sostiene a partir de las relaciones causales entre dos o más fenómenos. Ej. María lleva mucho tiempo como fumadora y es muy recurrente que padezca catarros y gripes. José es bebedor casi alcohólico y ha sido diagnosticado con Hipertensión Arterial y otras enfermedades hepáticas. Tesis: el alcoholismo y el tabaquismo son perjudiciales a la salud.
Además de estos tipos de textos argumentativos, que se basan fundamentalmente en el tipo de razonamiento empleado, existen otras clasificaciones atendiendo a la justificación y el tipo de argumento que se emplea.
En este sentido se destacan los siguientes:
Argumento por autoridad: Es cuando la opinión que se defiende está sustentada por juicios y argumentos de especialistas o expertos en el tema.
Argumentos de causa- efecto: Se establece una relación entre el hecho y las posibles causas que le dan lugar.
Argumentos afectivos: El autor defiende sus ideas con la intensión de generar en el público receptor un estado emocional específico: ira, tristeza, alegría, empatía, etc.
Argumentos experienciales: El autor justifica y sostiene su idea o tesis, a partir de vivencias personales.
Ejemplos de texto argumentativo
A pesar de que pueden ser muchas las maneras en las que se manifiestan los textos argumentativos, entre las más habituales se destacan:
- Los discursos políticos
- Las críticas de arte
- Los artículos de ciencia y académicos
- Los textos publicitarios
- las campañas de la ecología
