La comunicación asertiva se basa en la Asertividad que no es más que una habilidad humana que permite a la persona expresar y defender sus criterios y puntos de vista.
Se caracteriza por el equilibrio entre la vehemencia y el respeto, de ahí que se le haya adjudicado a este término el significado de “Expresión de los derechos y sentimientos personales”.
La comunicación asertiva es determinada por el respeto hacia los criterios ajenos, pero de igual forma respetando y defendiendo los criterios propios.
Se trata de expresar nuestros pensamientos y opiniones en un mensaje que no resulte ni agresivo ni demasiado pasivo para el receptor.
Por ello es tan importante la Comunicación Asertiva. Mediante ella se expresan nuestros criterios, opiniones, ideas y sentimientos de manera firme, directa, equilibrada y respetuosa.
A través de esta forma de comunicación, satisfacemos nuestras necesidades de expresión sin crear conflictos ni dificultades.
Las relaciones interpersonales constituyen una herramienta indispensable para el desarrollo y el bienestar de los seres humanos.
Por ello se recomienda la comunicación asertiva, que permite tanto el disfrute de dicho proceso comunicativo como el respeto hacia nosotros mismos y hacia nuestra propia necesidad de expresión.
En consecuencia, con esto permite reducir niveles de estrés y ansiedad, posibilitando adecuar nuestras relaciones interpersonales y contribuyendo de forma positiva al proceso de toma de decisiones.
De manera general se puede afirmar que esta forma de comunicación genera bienestar a la a la sociedad y produce sentimientos de satisfacción y realización personal.
La comunicación asertiva cumple además con ciertos requisitos que la convierten en una modalidad o forma específica que se distingue entre otras a partir de estas características. Entre estos requisitos o características se pueden mencionar los siguientes:
Otra particularidad que presenta la comunicación asertiva es que puede tener en si misma diversas formas o tipologías.
Entre las formas de comunicación asertiva se pueden mencionar la Verbal, que tiene lugar a través de la palabra.
La No Verbal, que se vincula a elementos corporales como la mirada, la postura, el lugar en el que se desarrolla la comunicación, etc.
Finalmente, la Paraverbal, que constituye un espacio intermedio entre los dos tipos anteriores.
No se trata de lo que dice el mensaje sino de cómo se dice el mensaje. EJ. Tono de la voz, articulación, etc.
Además de las características que debe tener este tipo de comunicación se hace necesario destacar los 4 elementos que resultan imprescindibles para lograr un adecuado desarrollo del proceso comunicativo.
Entre estos elementos se destacan:
Los Hechos: Es necesario clarificar, comprender y definir, los hechos. La posición de la otra persona con relación a nuestro mensaje.
Por ello es importante recurrir siempre a los hechos en sí evitando centrarnos en juicios y criterios.
Los Sentimientos: Expresa tus sentimientos e inconformidades respecto a los hechos, pero exprésalos mostrando control sobre ellos.
Las Consecuencias: Explicita las posibles consecuencias que pueden traer consigo los hechos, sentimientos y/o desagrados para ti u otras personas.
La Solución: Es importante que expliques lo que esperas y lo que pretendes cambiar.
Es importante no solo enunciar inconformidades sino proponer soluciones. Argumenta los beneficios de dichas soluciones para ti y para otros.
Uno de los escenarios en los que más empleamos las relaciones interpersonales y por ende el proceso de comunicación, resulta ser nuestro puesto de trabajo.
Allí, donde no solo tenemos que sentirnos realizados profesionalmente sino también personalmente, es sin dudas uno de los contextos más adecuados para el empleo de la comunicación asertiva.
Mediante esta forma de comunicación, el puesto laboral se puede convertir en una forma más de disfrute y placer a través nuestras relaciones con los otros.
Permite además la solución de conflictos y diferencias desde el respeto y la autonomía personal.
Todo esto tributará a un mejor rendimiento profesional y una mayor calidad en la labor práctica que realizamos.
La familia constituye otro de los agentes socializadores de los individuos. Ella resulta ser otro de los escenarios donde cobra especial significación el establecimiento de adecuadas y saludables relaciones interpersonales.
La Comunicación Asertiva en la familia permitirá el adecuado desempeño de todos sus miembros. Favorecerá la distinción de roles y permitirá declarar limites definidos y aceptados por sus miembros.
Todo ello tributa sin lugar a dudas al desarrollo y funcionamiento familiar saludable y la formación adecuada de la personalidad de los más jóvenes.
Siendo la Familia, la primera escuela del hombre, educar en la práctica de una relación y comunicación asertiva y saludable, permitirá mejores y mayores posibilidades de desarrollo, comprensión, entendimiento y aceptación para las sociedades del mañana.
Las relaciones de pareja establecen uno de los espacios en los que mayor presencia de conflictos intra e interpersonales se registran.
Por ello, resulta ser un tercer escenario para destacar la importancia de una relación y comunicación basadas en la asertividad.
Para un desarrollo saludable, armónico y estable en la pareja es necesario el respeto, la comprensión y la aceptación del otro.
Por ello resulta ser la comunicación asertiva la manera más eficaz de hacer entender nuestras opiniones, sentimientos, e inconformidades, resaltando nuestros derechos como individuos y seres humanos, estableciendo una relación desde la igualdad, la tolerancia y la soberanía personal.
Muchos estudios han coincidido en establecer un conjunto de características personológicas y comportamentales que distinguen a las personas asertivas.
Entre estas características se destaca la confianza en sí mismos, ya que son personas seguras y que no tienen miedo a mostrarse tal como son.
Poseen además la capacidad de respetar otras opiniones. No buscan constantemente la aprobación del otro ni funcionan desde la necesidad de ser reconocidos socialmente, por ello les resulta fácil aceptar opiniones y criterios ajenos, aunque sean contrarios a los propios.
Generalmente son personas empáticas, que comprenden y respetan las emociones y los sentimientos de los demás.
Poseen de igual modo gran capacidad de escucha, puesto que no solo se hacen entender, sino que escuchan y procuran comprender los puntos de vista de otros.
Son capaces de autorregularse, en tanto identifican, comprenden y regulan sus emociones, lo que les permite afrontar conflictos y situaciones con serenidad, inteligencia y calma.
Muchas son las técnicas desarrolladas para el aprendizaje y entrenamiento de una comunicación asertiva. Entre las más conocidas y empleadas se encuentran:
En muchas ocasiones de la vida cotidiana se puede poner de manifiesto esta forma de comunicación, ya que, como fue anteriormente descrito, puede estar presente en la familia, el trabajo, la pareja y en cualquier proceso de intercambio de información que llevemos a cabo.
A continuación, se exponen algunos ejemplos que ilustran la comunicación asertiva.
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