Las obras constructivas cuentan una parte de la historia y evolución de la humanidad, la arquitectura moderna es un ejemplo de ello por las características y expresiones que la definen.
¿Qué es la arquitectura moderna?
La arquitectura moderna es un estilo caracterizado por el empleo de nuevos materiales y tecnología avanzada, marcado además por el rechazo a concepciones antiguas así como a la ornamentación, tuvo en cuenta la funcionalidad de los espacios, la simplicidad y racionalidad y asumió nuevas maneras de expresión.
Privilegió la necesidad de los elementos por encima de los fines decorativos, de ahí que se habla del carácter funcional como uno de sus rasgos distintivos, y el sentido práctico de las estructuras.
Las construcciones bajo este estilo prestaban especial atención desde el diseño a la iluminación interior de los espacios, amplios volúmenes estructurales sustituyeron la recarga ornamental de las fachadas, al igual que el uso de grandes ventanales, empleó los muros de vidrio, acero y aluminio en función la espectacularidad de las vistas del entorno.
La arquitectura moderna fue expresión además de los cambios técnicos, sociales y culturales vinculados al desarrollo de la revolución industrial, lo que incidió en que sus estructuras también se apoyaran en las novedades de la época.
Historia de la arquitectura moderna
La arquitectura moderna incluye los movimientos, corrientes y tendencias que en el siglo XX revolucionaban los elementos distintivos, objetivos y principios de la arquitectura.
Su origen está en la conocida escuela de Bauhaus, desde la cual se mezclaban aspectos de las bellas artes con la enseñanza del diseño, y donde se capacitaron varias personas bajo los conceptos del modernismo.
Su génesis está íntimamente relacionada con la revolución industrial y diversas propuestas urbanísticas y sociales emanadas de teóricos como los socialistas utópicos, que manejaban la idea de que lo moderno se relacionaba más con una causa social por encima de una causa estética.
Estuvo marcada también por las transformaciones a lo largo del siglo XIX asociadas con exámenes teóricos del arte y su función en la sociedad, emergió con los profundos cambios que desde el punto de vista estético supusieron las vanguardias artísticas como el cubismo, el abstraccionismo y el constructivismo.
En la historia de esta tendencia destacan varias figuras como el alemán Mies van der Rohe, cuyas obras distinguían por la simplicidad, además del carácter práctico y funcional que convergían en relación con los ambientes. Entre sus trabajos sobresale el Pabellón Alemán de la Feria Universal de Barcelona, edificado en el año 1929.
Otro de los protagónicos fue Frank Lloyd Wright quien a través de su concepción arquitectónica potenció en sus estructuras la relación del hombre con la naturaleza, asumiendo la obra como un organismo vivo funcional relacionado con el medio. Entre sus creaciones icónicas está la Casa de la Cascada, localizada en el estado estadounidense de Pensilvania.
Durante la Segunda Guerra Mundial las principales figuras de la Bauhaus se movieron hacia Estados Unidos a locaciones como Chicago, la escuela de diseño de Harvard y al Black Mountain College. En la postguerra las labores de reconstrucción de las ciudades favorecieron el desarrollo este estilo.
Con la Exhibición Internacional de Arquitectura Moderna de 1932 se juntaron una gran variedad de tendencias y corrientes en demostración de los aspectos comunes y el objetivo general que las caracterizaba, a partir de ese momento se logró una consolidación a través de lo que se conoce como Estilo Internacional, el cual devino una solución estilística de aceptación desde 1930 hasta 1960, y tuvo una notable expresión a través de los rascacielos.
En la segunda mitad del siglo XX el movimiento moderno se desarrolló pero también fue diana de críticas, algunas asociadas con la rigidez de la geometrización, aspecto catalogado como deshumanizante, y hacia lo cual las personas tomaban una actitud en contra.
Existen muchas discusiones sobre la muerte de la arquitectura moderna, las críticas iniciaron desde 1960 y ya en 1980 varios arquitectos se desprendían de los diseños geométricos en sus obras, la universalidad, el elitismo y la calificación de estéril fueron algunos de los señalamientos, aunque hay estudiosos que explican también que ya al terminar la década del 70 el modernismo estaba acabado.
Los cuestionamientos emergidos sobre la idea misma de modernidad, en la arquitectura particularmente estuvieron expresados mediante los movimientos conocidos como descontructivismo y arquitectura postmoderna.
Estilos de arquitectura moderna
Entre los estilos de la arquitectura moderna se encuentran:
Arquitectura expresionista: fue un estilo característico de Europa desarrollado en las primeras décadas del siglo XX, entre los aspectos que la distinguieron estuvieron la distorsión, la fragmentación, así como expresiones de lo que se denominó una emoción violenta en los diseños, además del empleo de formas biomórficas, o sea, relacionadas con organismos vivos.
Art decó: este estilo se desarrolló a partir de 1920, estuvo influenciado por el constructivismo, el cubismo y el futurismo, desde el diseño las marcas notables fueron la simetría, las formas fraccionadas, cristalinas y bloques cubistas, la solidez de las estructuras, y la monumentalidad.
Neoplasticismo: como elementos distintivos tuvo la ligereza y la transparencia, se desprendió del uso de las paredes por lo que desde el punto de vista arquitectónico se expresó a través de áreas abiertas, y rompió con el dualismo entre el interior y el exterior, en la cual dichos espacios se comunicaban. Se apartó de la simetría como característica esencial y optó por mantener una relación de equilibrio entre partes desiguales de la estructura.
Racionalismo: ha sido calificada como la principal tendencia en materia arquitectónica de la primera mitad del siglo XX, y tuvo un alcance geográfico amplio por Europa y Estados Unidos, además de otras naciones, defendía desde el diseño las líneas sencillas y funcionales, sustentadas en formas geométricas. Rechazaba la decoración abundante de estilos precedentes. Empleó los denominados elementos prefabricados y desmontables.
Desde el punto de vista formal en la arquitectura racionalista destacaban en la expresión de sus líneas geométricas el cubo, la esfera, el cono y el cilindro.
Características de la arquitectura moderna
Entre las características de la arquitectura moderna destacan:
- El rechazo a la excesiva ornamentación de tendencias anteriores.
- Las líneas rectas en el diseño, la simplicidad de las formas y la geometrización de la estructuras.
- Privilegiaba el principio de la funcionalidad por encima de las concepciones estéticas.
- El aprovechamiento de los adelantos tecnológicos de la revolución industrial y el empleo de materiales como el acero, el vidrio y el hormigón.
- La transparencia es otro de los aspectos distintivos, hacía a las edificaciones más limpias y económicas, el plástico, los acrílicos y el vidrio fueron elementos que jugaron un importante papel en ese sentido.
- Prestó especial interés a la entrada de la luz en las edificaciones, para ello se apoyó en el empleo de grandes ventanas.
- Los grandes volúmenes de las estructuras es otro de los aspectos distintivos.
Ejemplos de la arquitectura moderna
Entre las obras representativas de la arquitectura moderna pueden mencionarse:
- Edificio Seagram, en New York, Estados Unidos.
- Torre del Banco Dominion, en Toronto, Canadá.
- Ayuntamiento de Hilversum, Holanda.
- Berolinahaus, en Berlín, Alemania.
- Edificio Sede de la Organización de Naciones Unidas, en New York, Estados Unidos.
- Capilla Ronchamp, en Francia.
- Pabellón Alemán, en España.
- Torre Einstein, en Alemania
- Sanatorio de Paimio, en Finlandia.
- Iglesia de Saint Pierre, en Francia.
- Supremo Tribunal Federal, en Brasil.
